Capítulo 14

—¿T-tres mil? —pregunté con los ojos abiertos de par en par—. ¿P-por qué? ¿Qué...?

Axel se acercó a mí y puso su brazo alrededor de mis hombros.

—Eres parte de la familia, cariño. No deberías trabajar en un maldito café.

Me giré y lo miré, teniendo que alzar la cabeza ya que estaba tan cerca.

—¿...

Inicia sesión y continúa leyendo