Capítulo 23

Apreté el pene de Axel y lo acaricié lentamente, sintiendo lo caliente y palpitante que estaba. Gimió suavemente, abriendo los ojos y mirándome.

—¿Está bien esto? —pregunté en voz baja.

—Cualquier cosa que... hagas... está bien —logró decir con una voz áspera—. Solo... necesito... alivio.

Asentí,...

Inicia sesión y continúa leyendo