Capítulo 81

—¡Axel! —grité mientras me lanzaba hacia adelante. Él me atrapó, cayendo de rodillas conmigo en sus brazos—. ¡Oh, Dios! ¡Axel!

—Mi rosa —susurró, besando mi cabello repetidamente, su voz temblando—. Mi dulce rosa.

Lloré en sus brazos, con mi cara enterrada en su pecho, mi cuerpo temblando mientra...

Inicia sesión y continúa leyendo