Capítulo 3: Stinger

—Vas a morir, maldito. —Knuckles

Justo antes del decimoctavo cumpleaños de Jasmine, su tía Stephanie fue asesinada en un robo en una tienda de conveniencia. Había entrado a comprar una bebida y pagar la gasolina. El adolescente entró en pánico y disparó a todos en la tienda.

Por menos de treinta dólares, cinco personas perdieron la vida. Seis si incluías al adolescente que murió en la cárcel. Nadie se sorprendió de que se ahorcara después de ser el juguete de varios Santos que estaban en prisión.

Incluso los guardias se sorprendieron de que sobreviviera tanto tiempo.

Incapaz de quedarse en su casa sin ahogarse en recuerdos, Brute se mudó con Jasmine a la casa madre.

Knuckles se había unido al club bajo la tutela de Trigg en Pops Place. Scrapper estaba en período de prueba bajo su padre en la casa madre. Jasmine, apodada Taz por el club, disfrutaba de la vida en el club.

Después de recuperarse de un disparo cuando era niña, tuvo que reaprender muchas cosas que antes daba por sentadas.

Sus primos practicaban boxeo y el terapeuta sugirió que ella también aprendiera. Ayudaría con su equilibrio. Y con sus problemas de ira.

Lo que se suponía que era terapéutico, se convirtió en un estilo de vida. Aprendió a defenderse con sus primos. Y luego en competiciones.

Taz consiguió una beca de boxeo para la Universidad y estudió negocios. No es que le gustara especialmente el negocio y la contabilidad. De hecho, para nada. Pero planeaba ayudar al club con sus negocios.

Todo el club se alejó del tráfico de drogas para mantenerla a salvo.

Lo mínimo que podía hacer era devolver el favor a los hombres que la protegieron. Los hombres que dieron sus vidas por ella.

Festejaba con los hombres. Se acostó con varios de ellos. Continuó con sus clases. Empezó a competir en el circuito amateur de MMA.

Para Taz, la vida no podía ser mejor.

Una noche todo cambió.

En una noche de mucho alcohol en el club, Taz se dirigió al baño y uno de los hermanos la siguió. Aunque se había acostado con varios de ellos, evitaba a algunos porque la hacían sentir incómoda. Él era uno de estos últimos. Intentó defenderse, pero él estaba sobrio, era más grande y más fuerte. La golpeó y se aprovechó de ella.