Capítulo 2 El regreso del Doctor

El corazón de Mandy se hundió mientras avanzaba instintivamente, esperando confirmar sus sospechas.

Justo entonces, Harrison se acercó apresuradamente, llevando en sus brazos a una niña pálida de cinco años. A pesar de sostener a la niña, su figura alta y expresión austera captaban la atención, imposible de ignorar.

—Harrison— Mandy reprimió rápidamente su inquietud.

Harrison le lanzó una mirada fría, su voz baja y distante. —¿Estás segura de que la Dra. Ella Johnson está en este vuelo?

—Sí, lo he confirmado con mi contacto. La Dra. Johnson definitivamente está en este vuelo— dijo Mandy con confianza. —Harrison, no te preocupes. Es una excelente doctora. Una vez que la encontremos, Lily tendrá una oportunidad.

Al terminar de hablar, su mirada cayó sobre la pequeña en los brazos de Harrison, revelando un destello de desprecio no disimulado.

Lily Frost pareció percibir la mirada de Mandy y se acurrucó instintivamente más en el abrazo de su padre.

La frustración de Mandy creció, ya que Lily, a pesar de los años de esfuerzo, nunca le había tomado cariño.

Durante los últimos cinco años, Mandy había fingido preocuparse por la salud de Lily, atendido sus necesidades diarias y la había llevado frecuentemente a los médicos. Si Lily no fuera la clave para convertirse en la señora Frost, Mandy no perdería tiempo tratando de complacerla.

Aunque Lily claramente la rechazaba, Mandy forzó una sonrisa y extendió sus brazos hacia la niña.

—Lily, abraza a mamá— dijo suavemente.

Al escuchar las palabras de Mandy, Lily apretó instintivamente su agarre alrededor del cuello de Harrison.

—Quiero que papá me sostenga— dijo con su voz infantil.

Harrison le acarició suavemente la espalda, sus ojos llenos de amor.

Lily necesitaba afecto maternal, pero Mandy parecía incapaz de llegar verdaderamente a su corazón.

—Está bien, cariño, papá te tiene— la tranquilizó, luego miró fríamente a Mandy.

—Lily es joven. No quiere que la sostengas, no la fuerces— dijo firmemente. —Ahora, encontrar a la Dra. Johnson es tu tarea principal.

Al terminar de hablar, su asistente Simon se acercó apresuradamente con su teléfono.

—Señor Frost, el hospital llamó para decir que la Dra. Johnson ya ha llegado al Hospital General de Westland.

La expresión de Mandy cambió dramáticamente mientras exigía con arrogancia, —¿Qué? Hemos estado esperando aquí todo el tiempo, ¿y ella fue directamente al hospital?

Simon miró incómodamente a Mandy, esperando las instrucciones de Harrison.

Después de un momento, Harrison ordenó, —Al hospital.

Mientras tanto, Elena, quien ya había llegado al hospital, estaba revisando los resultados de las pruebas y el plan quirúrgico del padre de Zander con Nathan.

Nathan estaba a su lado, explicando, —Elena, esta cirugía es demasiado compleja, y mis habilidades son limitadas. Considerando la avanzada edad del paciente, no estoy seguro de poder manejarla adecuadamente, por eso te pedí que regresaras y lideraras el procedimiento.

Mientras examinaba los documentos, Elena respondió profesionalmente:

—Entiendo. Estos casos son realmente raros a nivel nacional, y la cirugía es bastante desafiante. Dile al quirófano que comenzaremos en treinta minutos, y tú me asistirás.

De vuelta en su familiar ámbito profesional, Elena sintió una confianza y un sentido de control que hacía tiempo no experimentaba.

Nathan asintió de inmediato.

—Por supuesto. Es un honor servirte.

Después de años perfeccionando sus habilidades en el extranjero, la experiencia profesional de Elena no solo era de primer nivel a nivel nacional, sino también reconocida internacionalmente. Sin embargo, mantenía un perfil bajo, practicando la medicina bajo el nombre de Ella Johnson, convirtiéndose en una figura legendaria en el campo médico.

Si no fuera por su relación universitaria con Nathan, nunca habría aceptado el caso del padre de Zander.

Después de completar todos los preparativos preoperatorios, Elena instruyó a sus hijos antes de entrar al quirófano.

—Connor, Mia, esperen tranquilamente en la sala de descanso. La cirugía tomará mucho tiempo, así que por favor, pórtense bien —dijo suavemente—. Su madrina nos recogerá cuando termine la cirugía. Si necesitan algo, pidan ayuda al personal del hospital.

Ambos niños asintieron obedientemente.

Connor agitó la mano.

—Mamá, no te preocupes por nosotros. Yo cuidaré de Mia.

A pesar de su corta edad, entendía las luchas y preocupaciones de su madre.

Connor se acomodó con su laptop mientras Mia se concentraba intensamente en un smartphone de alto rendimiento.

Elena los miró con satisfacción. A pesar de su ajetreado trabajo, sus hijos eran notablemente independientes, verdaderamente una bendición.

Después de asegurarse de que los niños estuvieran bien, Elena entró al quirófano.

Mientras tanto, Harrison y Mandy llegaron al hospital con Lily. Al enterarse de que la Dra. Johnson ya había entrado al quirófano, Harrison se puso ansioso.

Como controlador de un imperio empresarial, estaba acostumbrado a comandar todo, pero los problemas de salud de su hija lo hacían sentir impotente de una manera sin precedentes.

Lily sufría de una enfermedad cardíaca congénita. Durante años, la había llevado a hospitales tanto nacionales como internacionales, pero nadie se atrevía a realizar la cirugía necesaria. Después de escuchar sobre las habilidades médicas de Ella, esperaba su ayuda, pero el destino parecía burlarse de él con cada oportunidad perdida.

Sintiendo la impotencia de Harrison, Mandy preguntó cautelosamente:

—Harrison, ¿qué hacemos ahora?

Harrison la miró con impaciencia.

—¿Qué más podemos hacer además de esperar?

—¿Y si no sale en horas? ¿Se supone que debemos esperar aquí? Solo es una doctora, ¿no es eso un poco arrogante? —se quejó Mandy.

Harrison la fulminó con la mirada.

—Mandy, cuida lo que dices. Ella no es solo "cualquier doctora", es una cirujana de renombre internacional. La cirugía de Lily depende completamente de ella —le recordó con severidad—. Estamos hablando de la salud de nuestra hija. ¿Acaso no te importa?