Hora de jugar

Elicia:

—Despierta, hermana. —La voz burlona de Bain me hizo abrir los ojos pesados, gimiendo contra el bozal de metal mientras el dolor intenso palpitaba desde mis hombros hasta los dedos de los pies, aferrados al suelo de tierra.

Miré por encima del hombro a los chicos que me observaban con una ...