58.- Aullido Silencioso.

Lúa soltó una risa seca.

—Y tú pensaste que llevar a tu ex al invernadero, al único lugar donde me sentía a salvo contigo, era una buena manera de continuar eso. Fue como si desecharas lo que teníamos ahí, como si… ya no fuera nuestro lugar.

Su voz se quebró un poco, pero se recompuso de inmediato...

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