Mi verdad

Los efectos fueron instantáneos. El cuerpo de Riley se tensó y se agarró a los brazos de la silla, dejando escapar un gemido de dolor.

—¿Riley?

—Sí, Alfa —gruñó, su cuerpo temblando.

—¿Entiendes que estás bajo los efectos de Cantenol y no puedes mentir?

—Sí, Alfa —repitió.

—¿Viniste aquí con la...

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