Sombras

Después de la pequeña maniobra de Skye, me negué a subir al auto con él. Enfadada no era ni la palabra—estaba furiosa. Kairn tuvo que llamar a Juniper para que viniera a recogernos.

La ventana se empañó con mi aliento mientras presionaba mi cara contra el vidrio, absorbiendo todo mientras conducíam...

Inicia sesión y continúa leyendo