Tranquilizaciones

Me tomó apenas cinco minutos vestirme después de llegar a la casa. En lugar de ir a mi habitación, me dirigí a la de Kairn sin molestarme en tocar.

—¿Te importaría explicarme, querido esposo, por qué recogí tres cajas de acónito en la botica y, además, por qué ni tú ni Skye mencionaron nada antes d...

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