Capítulo 54

CAPÍTULO 54

ZENEVIEVA

Mi espalda y mis pies estaban tan adoloridos de correr que gemí de dolor y aullé de frustración.

La noche era oscura y aterradora y casi me pierdo en esa manada extraña. No había manera de que caminara tan lejos, así que me transformé y mi loba comenzó a correr como si ya hu...

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