Capítulo 13 La sombra del renacer

El aire olía a hierro y ceniza. La luna, que hacía apenas unas horas había sido perfecta, volvía a fracturarse lentamente, como si el cielo no soportara su propia perfección. Las grietas plateadas se extendían sobre el firmamento, reflejándose en mis ojos.

La figura avanzaba entre la neblina con ...

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