Capítulo 23 Donde el rio guarda los nombres

El sol amaneció tibio sobre el valle. Su luz se filtraba entre los sauces del río, tiñendo de oro las aguas que corrían lentas, como si también despertaran de un largo sueño.

A mi alrededor, la aldea respiraba. Pequeñas casas de adobe se alineaban a la orilla del camino, y el aire olía a pan reci...

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