Capítulo 25 La voz antes del amanecer

El fuego no quemaba.

Su calor me envolvía como un abrazo antiguo, tibio y vivo, como si cada chispa llevara mi nombre grabado desde el principio de los tiempos.

A cada paso, el suelo ardía bajo mis pies, pero no dejaba cenizas. Era un camino hecho de memoria, de todo lo que había sido y olvidado....

Inicia sesión y continúa leyendo