Capítulo 37 La voz del agua

El tiempo había pasado en silencio.

Nadie en la aldea recordaba cuándo había llegado el niño ni por qué los días parecían más largos desde su nacimiento.

Arion ya no era un niño.

Su cuerpo se había estirado como los tallos que buscan el sol, y sus ojos dorados se habían vuelto más profundos, como...

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