Capítulo 9 Escalofrío

El amanecer llegó teñido de sangre y silencio. Las aves no cantaban, el viento no se movía, y el bosque parecía sostener un luto invisible. Lycan yacía inmóvil entre mis brazos, su cuerpo aún tibio, pero la vida escapándose como arena entre los dedos. La luna rota, aún visible en el cielo, brilla...

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