Capítulo 100: La Ceremonia de los Nombres

El último sábado de septiembre, a mis treinta y cinco semanas de embarazo, el sol se derramaba por los ventanales de la mansión con la calidez de una promesa cumplida. El aire olía a la tarta de limón de mi madre, a la pintura fresca y a la cera de abejas con la que Marco había pulido la estantería ...

Inicia sesión y continúa leyendo