Capítulo 167: Entre la verdad y el abismo

La sangre se me congeló. Mis ojos se abrieron desmesuradamente, clavados en el espejo de mi desastre: Gabriel y Damián, juntos, parados en el umbral de mi nueva vida como una mala alineación planetaria. Gabriel, con los hombros caídos, la mirada rota y esa aura de sombra que ya no podía disimular. D...

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