Capítulo cuarenta y tres.

Un anuncio de amor en la playa.

La noche había caído con una suavidad tropical. El cielo, un lienzo oscuro salpicado de estrellas, se encontraba con el mar en un horizonte infinito. En la orilla de la playa, la llama de una fogata bailaba, proyectando sombras cálidas sobre los rostros de los in...

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