Capítulo cincuenta y seis.

El encuentro.

Al soltarse fue como si tuviesen una vida por contarse. No emitieron palabra alguna por unos minutos. Solo estuvieron tomadas de las manos mientras las lágrimas les corrían por el rostro.

—Te extrañé tanto, mi amor —rompió el silencio, Leticia — He intentado venir a verte más seg...

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