Capítulo setenta.

¡Claudia!

La mañana era luminosa y tranquila en la nueva casa. Daniel había partido temprano a la compañía, y Leticia estaba en la cocina, con una taza de té de jazmín en la mano, revisando en su tablet los detalles de la presentación para el lanzamiento. Isabel, sentada en la isla de mármo...

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