Capítulo setenta y uno.

La despedida.

La tarde caía con una melancolía suave sobre el jardín de la nueva casa. Adentro, la luz cálida de las lámparas de pie luchaba contra la oscuridad que se asomaba. Isabel tenía su maleta lista junto a la puerta principal y Leticia estaba a su lado, abrazándola con una mezcla de tri...

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