Capitulo 40: el sacrificio de la sangre antigua

El susurro de Anya, nuestra madre, no fue una voz en el viento; fue una descarga eléctrica directa a mi alma. La revelación de que seguía viva, y la certeza de que su sangre era el ingrediente final para el ritual de fusión permanente de Caleb y Leo, me golpeó con la fuerza de un rayo. El lazo es...

Inicia sesión y continúa leyendo