Capítulo trece

Abrazo mi cuerpo y siento el frío golpearme, pero no detengo mis pasos. Era tarde y no había señal de taxis en la calle, mi mente era un desastre y eso significaba que mis pasos estaban perdidos en la acera de Nueva York. Me veo en una ilusión de brillo y luces, sonidos y bocinas, pero un silencio r...

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