Capítulo diecinueve

Su boca se acerca y contengo la respiración, siento el aire salir de sus fosas nasales contra mi piel y casi suplico con mis manos que me bese allí. Sus ojos me alcanzan, me huele y percibe mi aroma antes de maldecirme maravillosamente con sus labios. Suplico por su lengua y besos y Mads me entrega ...

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