Capítulo cincuenta

No podía creer que todo hubiera sucedido en menos de una hora. Mientras caminaba por la acera, chocando ocasionalmente con alguien distraído, me di cuenta de que me había convertido en un agente del caos en mi propia vida, no porque fuera culpable de las acciones de otros, sino porque extrañamente s...

Inicia sesión y continúa leyendo