Capítulo 28: El perdido

Seguía en la oficina con Eric y ambos nos estábamos mirando con ternura. Era como si vernos ya nos llenaba el vacío que teníamos en nuestro corazón.

Hasta que tocaron la puerta, interrumpiendo nuestro momento.

—¡Pasa! —exclamó él, justo como hizo antes conmigo—. Seguro es Jeanniel, lo mandé al últim...