Capítulo 96

La cabeza de Gatita, apoyada en su muslo, estaba tan cerca de su pene que casi podía sentir su aliento. Sintió la tentación de sacarla y obligarla a chuparla. Aún no le había exigido ese acto en particular, pero sabía que no podría resistirse eternamente. Si le había follado el trasero, ¿por qué no ...

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