Capítulo 39: Prisionero de sus deseos

Alessandro miraba al techo, recostado en la silla detrás de su escritorio, absorto en sus más profundos pensamientos.

Los ojos azules de Kara se imponían en su mente, así como sus labios rosas, su piel pálida y el brillo dorado de su larga melena ondulada.

—Eres tan hermosa... —musitó, perdido en ...