La afrenta de Gorg

Cuando vi a Alana entrar por esa puerta, fue como si una brisa de aire fresco me hubiera golpeado suavemente. Era tan hermosa que casi no parecía real, y ese vestido la hacía aún más deslumbrante. Estaba asustada, lo podía ver, pero aun así, caminó entre mi gente hasta acercarse a mí. Y cuando pensé...

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