Capítulo 29

—Pueden irse, déjenme relajarme con mis mascotas —ordenó Erik a varios sirvientes y guardias, quienes obedecieron de inmediato y llevaron a Lalita a un jardín lleno de rosas blancas. En el centro del jardín había una mesa con un mantel blanco y platos lujosos.

—¿Qué te parece? —preguntó Erik, levan...

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