Capítulo 40 Capitulo 40

—Sí, amo... Oh, sí, claro, síganme —dijo sonriendo a las chicas mientras volvía a titubear sobre cómo dirigirse a él. Su casi automático «Sí, amo» se le quedó congelado en los labios. Sus padres tenían una pequeña sala de estar junto a su dormitorio que daba a un gran balcón en el segundo piso de la...

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