Capítulo 108

Álex apretó mi mano, él podía sentir mi enojo, giré sobre mi propio eje y lo miré con frialdad.

—¿Qué quieres? —Exclamé.

—¿Podemos hablar? —pidió.

—Señor usted y yo no tenemos nada de qué hablar, podemos correr el riesgo de que su familia se entere.

—Sólo quiero un minuto —me miró.

—Estaré c...