Capítulo 13

Grité con todas mis fuerzas.

—¡Maldición, Paola! ¡Cálmate! —gruñó Álex.

No pensé. No razoné. Solo me lancé sobre él y lo abracé con todas mis fuerzas. Álex se quedó inmóvil. Yo temblaba. Mi respiración era errática, mi corazón golpeaba contra mi pecho con fuerza.

Intenté encender el celular, pero...