Capítulo 16

—¡Deja el maldito drama! —exclamó con frialdad—. Levántate, no seas dramática y chillona.

Algo caliente bajó por mi rostro. Todo me daba vueltas. Cuando levanté la mano y la miré, estaba llena de sangre.

Me quedé paralizada.

Intenté incorporarme, pero no pude. Todo se sacudía bajo mis pies.

Al v...