Capítulo 22

No disimulo mi cara de aburrimiento ni un poco en cuanto abro la puerta para Matthew. En su mano, veo que lleva una caja de chocolates. Levanto una ceja y automáticamente ya está entrando en mi casa.

—Hola, Angel. Siento venir sin avisar, realmente quería sorprenderte —dice, esbozando una pequeña s...

Inicia sesión y continúa leyendo