Capítulo 33

ANGEL SINCLAIR.

Incluso intenté entrar a mi habitación, pero no pude. Bryan entra a la velocidad del rayo y me agarra del brazo. La ira en su mirada se puede transmitir fácilmente, ya que es muy visible.

—¡Maldita perra! —son sus primeras palabras, antes de arrinconarme contra la pared y poner tod...

Inicia sesión y continúa leyendo