Un nuevo día… completamente diferente

—¿No vamos a entrar, abuela? —la voz de Erick sacó a la abuela de su ensimismamiento, mientras que Rachel la miraba con orgullo y satisfacción, y el abuelo ponía tal cara de incredulidad que era gracioso contemplarlo.

—¿Pero cómo es posible? —exclamó la abuela anonadada.

—Seguro que es un regalo d...