SARAH

—Awww, qué tierno —canturreó ella mientras le hacía caras de besos—. Mírate alimentándola, porque la aaaamas —cantó. Él dejó el tenedor y se lanzó hacia ella, pero ella lo vio venir y ya se había levantado de la silla para evitarlo. Una cosa que sabe con certeza es que si él la atrapa, todo lo que h...

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