Capítulo 80: Ataque sorpresa

Y hoy... ella ya no era un proyecto.

Era real. Era libre. Estaba aquí.

Y él ardía por hablarle. Por disculparse. Por ayudar, tal vez.

Pero el dispositivo latía en su pecho con cada pulso, un recordatorio constante de que su voluntad no le pertenecía del todo.

Un Voldariano —capaz de crear las barre...

Inicia sesión y continúa leyendo