60

Ícaro insistió en acompañarme, incluso después de que le expliqué que solo era una reunión casual entre chicas. Argumentó que podía sentarse cerca, ya sea al fondo o afuera, para vigilar en caso de peligro. Por más que lo intenté, no pude encontrar un argumento válido para disuadirlo. La verdad era ...

Inicia sesión y continúa leyendo