81

Miré mi mano, paralizada por el miedo. Después de estar inmóvil en la cama durante lo que pareció una eternidad, finalmente me levanté y me enfrenté al espejo, como si necesitara confirmación de que no había cambiado físicamente. Mi reflejo humano ofrecía algo de consuelo, aunque no lograba calmar c...

Inicia sesión y continúa leyendo