Un obstáculo tras otro

Nos despedimos de Chen y la tía Jing, pero justo cuando estábamos a punto de irnos, algo inesperado sucedió. Chen nos llevó a la cocina, con el rostro decidido, y soltó de golpe:

—¡Quiero ayudar!

Sus manos estaban fuertemente entrelazadas detrás de su espalda, como si estuviera conteniendo una exp...