Final

En lugar de Deborah, Lucila estaba con el rostro enrojecido y sumamente alterada, frente a una pálida y desconcertada mujer, que parecía más bien un conejillo asustado ante la mirada implacable de la hija mayor de Jack.

—¿Qué ocurre? —pregunté con el rostro demudado, sólo para romper el incómodo si...