De vuelta al orfanato

—Bebé…

—¡Jack, he dicho que no! —dije levantando demasiado la voz.

Al ver sus pucheros, me lamenté de haberlo hecho y respiré profundamente, evitando vislumbrar su expresión compungida por mi negativa, pero no podía hacerme cambiar de idea.

No importaba qué hiciera, se quedaría en la casa hasta q...