Un horrible secreto

Sentí mi respiración detenerse junto con mi corazón por un lapso de segundo, mis manos temblaban y el sudor helado se aglomeraba de a poco en mi frente.

—Eso es porque ella llegó aquí, junto a su padre —contestó mi madre serena como siempre, trayéndome de sopetón aquel recuerdo—. El señor Wilson er...