Confesiones

—No me voy a ir —murmuró, tomando lugar a mi lado antes de que pudiera hacer algo para impedírselo—. Prefiero escuchar de ti sobre ese asunto más que de tu madre.

—No hay nada de qué hablar —mascullé en un hilo de voz, sacándole una cálida sonrisa con mis palabras.

—¿Segura?

Nos observamos en sil...