Palabras que hieren a muerte

Dejé todo de lado sólo por mis fervientes deseos de sentirlo de nuevo, sin embargo, él me cortó fríamente, empujándome con violencia.

—¿Qué demonios te pasa?

—Tú… realmente eres tú…

—¡Pues claro que soy yo! —gritó, furioso con lo que había ocurrido—. ¿Qué carajos tienes en esa cabeza?

—Realmente...