Intentar olvidar

Al verlos tan entretenidos, puse mis ojos en blanco, irritada porque no tomaran en serio las cosas.

—¡Claro que no! —le corrigió el pelinegro, desviando la mirada muy lejos de allí, para que sus ojos azules apenados no lo delataran ante nosotros—. Ella es agradable, y muy graciosa, deberían conocer...