36

No supe en qué momento Alejandro había reaccionado, pero ambos hombres se estaban dando la paliza de su vida otra vez, el equipo de seguridad, más Simón llegaron a la entrada de la mansión, intentando separar a esos dos animales, no pararían hasta matarse.

No pude seguir mirando, me declaro culpabl...

Inicia sesión y continúa leyendo